Tiende una mano.
Tiende otra.
Tiende luego un brazo, un pie,
el mundo mismo tiéndele al que sufre.
Pero recuerda: aquí la norma dice:
ya nunca soltaré tu alma.
Prefiero arrastrarte hacia mi infierno,
así el mal sueño cobrará sentido.
No pidas después mano, pie,
brazo ni mundo.
Pero recuerda: aquí la norma dice:
ya nunca soltaré tu alma.
Prefiero arrastrarte hacia mi infierno,
así el mal sueño cobrará sentido.
No pidas después mano, pie,
brazo ni mundo.
Débil es aquí el que ayuda
y débil es
el que no puede salir solo del infierno.