25 oct 2017

De un tiempo en contra



Lo mejor que podía dar de mí
era la confesión
de un intento de suicidio.
La discreción pasaba junto al ego
como una niña sucia y arrogante.
Había regresado a la adolescencia,
al principio impúdico. De madrugada,
debía encender la lámpara del cuarto
para que la noche cerrada,
con su infierno inerme, acogiera
amablemente mi cadáver.
Sentimentalismo. Eso era
cuanto había hecho de mí.
Había dejado que la presencia,
la mera presencia de los otros,
se convirtiera en una doctrina
para equilibristas ebrios. Y yo pensaba.
Pensaba mucho. Y escribía mucho.
Hubo quien también pensó
que me había convertido
en un escritor salvaje.

Quién sabe. Yo sigo sin entender
nada, absolutamente nada.
Por más que un resplandor blanco
estallase desde mi centro.

Por decir la verdad, por jugar con fuego,
se desató la fuerza que atormenta
a quien confía en la suerte y sus espectros.

21 oct 2017

Antipatía

Lo que le está pasando a él nos puede pasar a todos. Por eso mismo no quiero ni mirarle. Porque su noche es de hambre y cieno, porque yo soy él, porque algún día todos seremos él. Es un espejo minúsculo su furia. Nuestro retrato aguarda al fondo de sus ojos.


Acrílico, din a2

15 oct 2017

Modelos

Cuanto sé hacer es parecerme.
Mi arte personal
es solo sombra
de alguien que brillaba y que,
por ello, nada era capaz
de hacerle sombra.
Imito, soy otro,
padezco los defectos
de un actor que se sabe poca cosa.
En la diaria labor de mi conducta,
amor y odio surgen
de la escenificación del drama
que aquellos que admiré
repitieron desde otros vanamente.
¿Cómo empezó todo?
¿Se alcanza la autenticidad con persistencia?
¿O ese don solo reciben
quienes se ignoran a sí mismos
sabiamente?

5 oct 2017

Apunte en la terraza de la cafetería





¿Qué cosa queda
a los que hemos sido desgraciados,
sino sentarnos aquí los días de sol,
y ver pasar el inagotable desfile,
la multitud sin héroes,
la realidad común e indescifrable
de idéntica extrañeza cotidiana?

Hay luz y hay brisa
abriendo entresijos en la tarde.

La desgracia fue, y volverá
más insegura si hacemos de este juego
una tranquila costumbre.

Hay sol y brisa y gente que va y viene
huyendo y regresando hacia otra parte.

La calle casi es lo que parece,

vocación de un tránsito
que se renueva diariamente en la capacidad
de ignorar su propia permanencia.

2 oct 2017

El largo viaje de la desesperación






El tacto,
el arte de matizar reflexivamente,
el triste cuidado,
la pasividad amable.

Todo lo perdí al instante. ¿Qué fue,
a dónde la serenidad constante,
en qué lugar, roto el silencio,
la lluvia se incendió de sangre?


Un amasijo de ruidos nublados,
días de luz perpetua,
los gritos, la resaca animal,
digestión violenta
del verdugo que devora los restos
de los que aquí quedamos.

Pero ha vuelto la calma,
después de un tiempo inútil
tensando la mente y sus despojos
de caminos errados.

Ha vuelto la calma.
Se hizo costumbre la herida,
como se hace costumbre
la verdad que ya nunca pensamos.