27 feb 2010

Justificación

Lo digo, y se me llena la boca de arena.
Solo sé hablar de dramas futuros,
de cicatrices lentas, de lluvias solemnes…
Como si amara la miseria que ofrezco,
como si buscase la luz en la escoria,
todavía me esfuerzo en relatar
oscuras canciones y algún melodrama:
exageradas historias, que tal vez pudieran
aburrir a cualquier lector entrenado.

Pero lo digo llenándome la boca
de arena y de rabia, de amor a deshoras…
Dirán que resulta patética
tanta desnudez gratuita,
tanta pretensión de importancia dudosa.

O no dirán nada, porque a nadie le importa...

Qué será más vital todavía,
que hablar de tristes sombras comunes
con la boca llena de arena incendiada.

25 feb 2010

La pausa

El declive de la pasión
debería terminar como dolor corriente.
Así, me limito a observar
el patético desfile, ese cuadro absurdo
que sugieren tantas de mis relaciones.

Son muchas. Impúdico escuadrón de frío.
Amigos que pudieron serlo,
que encontré al perder su ritmo inconsecuente.
Figuras paternas, amantes veloces.
Demasiados trayectos hacia un mismo destino.
Mi creación es una calle desierta,
cuyas paredes sucias ha derribado el ruido.

¿Y no eras tú, dulce decepción desnuda,
nostalgia que el alcohol disipa,
la misma compañía improcedente,
el mismo amparo reencontrado siempre
en el vaivén estéril de los años?

No se puede retener nada. Avanzo.

Todo llega, amor, y es fácil predecir tu vuelta:
eres el sueño de escoger tu misma entrega…
Saberte es dejarse llevar por el asombro
que inspira la íntima cicatriz de tus respuestas.

24 feb 2010

Sinónimo de frío

El invierno es más simple
cuando la palabra que encuentro
para designar su frío, conmueve
la soledad de mi bandera, blanca
como cualquier ventisca: blanca.

¿Ves cómo casi siempre me equivoco?
La raíz de mis nervios no florece,
pero se conecta, tal vez directamente,
a tu sensibilidad más involuntaria.
Y escribo este poema
como si no fueras a leerlo nunca,
porque ciertos inviernos se suceden
con la inutilidad absurda del silencio.

Silencio…
: es la palabra más simple
que encuentro al presentir el frío
de este o de cualquier otro invierno
combatido también desde la duda.

Encontrarás en estos versos
algo solamente tuyo: serás tú, en silencio,
la ola que hoy rompa un millar de veces
contra esta orilla nublada de mí mismo.

Todo habrá sucedido ya,
cuando al fin leas un poema
que no lastime tus rodillas contra el mundo.

23 feb 2010

Fantasía

Hubo un tiempo de secretos
que llenó toda mi infancia,
unos años en que hubiera
dado todo por saber
lo que la razón corriente
no puede mostrarle al niño.

Ya hubo un tiempo de más luz.

Pero ahora me resguardo
de las sombras de un futuro
cada vez más impensable.
Me concentro en lo que sé,
que, aunque no sea bastante,
es tanto como encontrarse.

No trato de descifrar,
no intento iluminar nada.
Todo lo que aún no he visto,
resulta siempre cruel…

Solo quiero que en la noche
no me devore el silencio
de un saber desconocido.

22 feb 2010

Oxímoron

No el rostro incipiente del origen.
Solo la tentación de traicionarme
para poder ser feliz al borde de mí mismo,
para ser cualquier otro
que comparezca libremente
ante la total conjunción de sus fuerzas.
Cautivo de mí, soy contrario a lo que entrego:
me vacío de tanto como pienso.
¿Pues qué soy, quién y cómo,
sino la explicación opuesta
a todo cuanto intento ser sin nadie?
La pérdida de todo entendimiento
encierra la filosofía del regreso:
buscadme en las estancias donde el sol
no se consuma ante una vana incertidumbre.
Soy también la expresión de aquello
que surge por distinguir el todo figurado
de ese otro todo absurdo, ya escogido,
que es la nada fría que guardamos en las manos.

21 feb 2010

Soneto tardío para Séneca

"Decir lo que sentimos.
Sentir lo que decimos.
Concordar las palabras con la vida".
Séneca


Lo cierto es que hay que hablar, y ser valiente.
Decir desde las sombras qué sucede.
Que acaso por callar, la vida cede
un poco de su nombre. Suficiente.

Hablar para entender la soledad,
lacónica paloma inexplicable
que vuela en el silencio; que, improbable,
pretende que digamos la verdad.

Si has de guardar silencio, olvida el viento,
señor antiguo de esta soledad,
deudor del corazón, voz del poema.

Confiese, solitario, el pensamiento
su trémula inquietud por la otredad…
O deje de importarnos el problema.

20 feb 2010

Confidencia

Antes yo apreciaba el gesto enmudecido,
el acto que revela, oh presencia que aún sugieres,
oh intuición que a veces vuelves de la sombra…
Y también la pregunta a responder
desde el silencio que acontece
ante vastas sensaciones sin historia.
Escuchar era solo otra manera
de conversar con la inocencia que se pierde
tras los altos pensamientos de la noche.
Todo apenas aprendido. Y sin embargo…
Sin embargo la palabra ya sabía
interponerse entre la claridad y el gélido
conocimiento innato de la muerte.
No más silencio. No más noches tras la casa,
no intentado comprender lo ya sabido.
Si surge la ocasión de suponer otro destino,
no debiera perdurar este poema
que cruzo solo con la materia de mis cielos,
con el impaciente vacío que llena este silencio.

La obra del porvenir

A mí la vida me prometió un poema
imposible de escribir con mis recursos.
He juntado todas las palabras roncas,
las traslúcidas, las íntimas e ingrávidas…
Pero el poema sigue sin ser visto,
acallado por un ruido fabuloso
de nostálgicos caballos, casi grises,
que no podrán cruzar a mi otro lado.
Ya no sé si el poema era importante…
O si era que la vida
pretendía compensarme solo
con palabras más dulces que mi rabia.
Lo cierto es que no espero
que vengan ya unos versos a probarme
que la vida puede ser tan bella como el arte.

¿O sí…?

Lo cierto es que
el poema que me prometió la vida,
no podré escribirlo mientras viva
soñando que un poema vale tanto
como la vida misma.

18 feb 2010

Suposición del canto

Durará el calor lo que dure el fuego.
En mis noches son ceniza nuestros actos,
y los perros, melancólicos guardianes,
nos procuran un afecto sin memoria.
Me habrás visto observar mi propia imagen
intentando dar sentido a lo improbable.
Debería de contarte tantas cosas…
Mi infancia pudo ser lo que he vivido,
aunque no será otra vez lo que recuerdo
al cerrar los ojos en la cima de lo amado.
Me habrás visto… Mi edad es la del mirlo
cuando sueña vanamente reencarnarse
en el árbol que supone su universo.

¿Te he dicho ya que aquella mi niñez
fue otro claro abierto entre las nubes?
El lugar que al final sucede si desisto.

¿Y no te sorprende que en la inercia de mis gestos
no haya un solo atrevimiento hacia tu casa?
No temas más por ello,
nunca he sido casto cuando acudo.
Tengo un reloj que nunca marcará la hora
en que debas volver, al correr desde los años,
hacia el centro fugitivo de tu ausencia.

Vuelvo a la ciudad de lluvias que adolezco,
hacia un paisaje sin desnudo ni retorno…
Durará el calor lo que dure el fuego,
y acaso no supongas en la noche luz alguna.

Después un mirlo inquieto y solitario
cantará nuestra presencia tras la tarde,
cuando ya sepamos con certeza qué es la vida.

17 feb 2010

Fascinación

Noches que son
lo que dice la música,
nubes sin sol, espejos.

No se puede contener tanto silencio
en la curva irreversible de una idea.

Noches que son
lo que dice la noche
cada vez que acontece.

Una mujer peina sus lentas respuestas,
así se conmueve con el ritual del deseo.

Noches veloces.
Noches que son
la verdad de la noche.

Así se pasea el buen soñador,
herido por el verso
que nadie comprende más allá de su nombre.

Y basta con no contemplar más la rosa,
para no volver a pensar
en qué se asemeja su sola belleza
a esta noche sin forma.

Todo lo que no es

Miro hacia el sur, de espaldas a mi fin
contemplo la fuerza que me empuja
por entre los áridos rescoldos de la duda.
Quiero pensar que ya todo es posible.
Aunque la realidad tenga un límite
dibujado con sangre en mis entrañas,
y el fuego que he prendido con mi rabia,
no deba iluminarme en la vigilia;
quiero pensar que ya todo es lo que es
y que aún puede ser de otra manera.

¿Y qué será de lo aprendido lentamente,
si a fuerza de observar un mismo modo
de prevalecer la luz sobre la nada
—la muerte sobre el alba y sobre el sueño—,
también la vida es lo contrario de lo cierto?

Pues en cualquier momento,
la verdad puede ser también
la confusa sombra de cualquier deseo.

15 feb 2010

Parpadeo

En el intervalo que divide esta quimera,
se adivina el modo y la impaciencia
de hallar otra pulsión
que abarque el juego interminable de la vida.
Mas no ha de culminar aquí nuestra promesa,
pues todas las fronteras
tienen ya ese no sé qué
de dócil tentativa hacia el absurdo.

Pero juguemos siempre a comprender el juego:
no termina aquí lo impredecible, el mar
es otro cielo de cristal rompiendo en tu futuro.

Caigamos toda vez desde lo exacto
(levantarse no requiere más de lo que somos…)
Solo el ansia de arrojar otra moneda
al pozo antiguo que exalta esta esperanza.

Todas las canciones son el sueño
o el acto de soñar
un tiempo en el que nada temeremos.

Igualdad

No tengo ningún interés en ser mejor que nadie que diga ser mejor que yo. Algo me dice que todo el problema empieza por ahí, que la ocasión de superar a los demás va siempre regida por una desigualdad tan ficticia como cualquier ideal de equidad. Solo quieren ser iguales al resto los que han permanecido mucho tiempo como individuos de segunda, por debajo del común de la sociedad. La misma sociedad que un día dice: ya podéis ser como nosotros. Pero desde ahora esa será vuestra deuda, no la nuestra.

Como Prometeo, deberíamos robar el fuego de nuestros deudores. Y hacer arder mediante el silencio indiferente de la inteligencia esta civilización de mitos absurdos.

14 feb 2010

La prisa innecesaria

He aquí mi última urgencia de avenidas vacías.

Te llamo desde mi nombre incompleto…
acaso deberías responderme
con cualquier otro pensamiento
que cruce la ocasión sin perpetuarla.

Entonces era enero,
a veces lo recuerdo sin soñarte.
Nos conocimos de pura soledad
en dos ciudades inflamadas
por las lentas ecuaciones del invierno.

Tenías… sí, un silencio violáceo
rondando tras la luna favorita de tu vientre.

Pero entonces era enero, y no era tarde.
Los dos hicimos lo posible
por amaestrar un poco de esa urgencia
que hoy te traigo aterida en todos mis relojes.

Aunque entonces era enero, y en el aire
morían ruiseñores que ornaban el olvido.

Y he aquí mi última urgencia, la improbable:
necesito que llegues al poema
donde duermen, milenarias, las montañas
que no han domesticado ni tus dudas,
ni el hambre por soñar lo inevitable.

Necesito que recuerdes un momento
en el que ninguno de los dos pudiera
ser, tal vez, un poco más feliz
por guardar los cálidos despojos de lo amado.

13 feb 2010

Tierra

Publico ahora un poema que fue escrito, creo yo, antes de abrir el blog que lleva ya unos tres años funcionando. Lo he reencontrado y me ha hecho sentir no sé qué. A ver qué les parece...




No te evadas de esta tierra,
de sus sepulcros ajados,
sus construcciones soberbias,
aguas maternas y noches veloces.
Esta tierra te ofrece el paraíso de la tarde,
cuando entra la luz más tenuemente
y los árboles callan para todos, cuando
desde cualquier lugar del anonimato
puede observarse un nuevo pensamiento
fortaleciendo la mirada de los jóvenes.

No desdeñes esta tierra, la tierra,
el pan reciente de la mañana perfecta,
cuando la felicidad es un grato deber
para cada ser que ha sido niño.
Cuando los pájaros celebran el olvido
con un canto que algo nos recuerda.

No te evadas de esta noche, la noche,
del fin inconsecuente de la melancolía,
así comprenderás que hay un paraíso,
un brillante reverso para cada sombra,
un azul para cada cielo,
un amor y un momento.
Porque hay un sueño que todo lo revoca,
no desdeñes lo que siempre observas,
no reniegues de lo que tocas:
porque no hay nada, nada más allá,
salvo una tierra prometida y dócil,
pretendida tierra que no conoces.

12 feb 2010

Poemario para un extraño...

http://criticadepoesia.blogspot.com/2010/02/premios-mejores-poemarios-2009.html


Hola a todos. Esta tarde estaba revisando los blogs que tengo enlazados y, cuál no fue mi sorpresa, cuando al pasar por el blog "crítica poética y contracrítica" (blog bastante "serio" que trata de dar una visión sobre el panorama poético actual, una visión más coherente que la que habitualmente recibimos de los medios) veo que en sus votaciones a los mejores poemarios del año, hay, sí, un voto, que huelga decirlo: para mí es todo un reconocimiento, a mi primer y único libro de poemas hasta la fecha... "Poemario para un extraño".

Al principio de la entrada dejo enlazada la noticia por si alguno no se lo cree. Ja. (Me pondría a cantar si no fuera porque todo el mundo dice que tengo mala voz.)

Saludos a todos y a todas. Y abrazos.
D.

11 feb 2010

Resumen de intenciones

Sea escéptico con todo lo que diga
cualquier poema sin sentido,
con todo lo que muestre y lo que oculte.

Ármese de lógicas ultraterrenas,
combata toda sugerencia
afilando la gélida navaja
del sentido común,
la que corta el vuelo irreversible de la ola.

Es un barco, el de la poesía,
que cruza lo excepcional mientras se hunde.

Pero llorar ante un buen verso es de mal gusto.

Mejor reír ante la muerte:
solo la elevada astucia de los genios
podría concebir efecto semejante.

Pero sea escéptico cuando el poema
se desnude ante usted,
cuando, por hablar solo,
en tanto se sonroje;
cuando desvíe la mirada,
acorazado.

Sea siempre tan sublime como escéptico:
no vaya a ser que toda ingenuidad
le conmueva francamente, tan solo a usted
—tal amante de sí mismo traicionado—,
empujándole al ridículo feliz
de tener fe en algo tan casual como la vida.

9 feb 2010

Últimas nociones del alma

Sublimar el paisaje en la luz.
Negar la identidad,
esa mentira convencional y metódica.

Limpiar la brisa de miserias
para ver la realidad en todas partes,
en cada grieta vacía de verdores.

No ha de quedar resto de mí
cuando los ojos cierre frente al mar.
Solo el mar. Su imposición celeste de luciérnagas.
Su emoción cautiva por formas vitrales.

Sublimar el paisaje en la luz.
Ser solo objeto,
creación subjetiva que interrogue
la edad de los sentidos, fuerza hermética
que lentamente se abandone a su secreto.

Sea lo existente un espejo
capaz de reflejar la soledad de la materia.

Y en esa soledad seamos huérfanos
de un dios, casi tan corriente como absurdo,
que no ha de juzgar más nuestra su mentira
cuando respiremos el sentido de sus dudas.

8 feb 2010

Disciplina

El fuego es la templada disciplina
que te sitúa dentro del silencio del poema.
Y te he visto arder contra el sendero.
He visto el fuego en tu sonrisa,
letal y misericordioso: joven,
imposible de apaciguar con el esfuerzo
que contrarresta el dolor en lo que somos.

Tú, en el límite abatido de la noche,
ardías como la oración del entregado.
Y tu belleza era el sosiego mismo
que la conciencia le daría a la llama errante.

Y ya todos ardemos. Tu voluntad nos busca.

El poema favorito de nuestro recuerdo
debería seducir toda inocencia
antes de que las brasas se consuman
en la perfecta idea de un fuego benévolo.

7 feb 2010

Desnuda en tu sonrisa

Es todo una vieja pesadilla, más sutil
cuando su sórdida costumbre
a ratos distrae la mirada del futuro.
Mas yo te miro a ti, que sueñas desatenta,
que no ves el furor interno de la calle
cuando solo hay silencio en tu sonrisa.

¿Qué me importa a mí el futuro, sentenciados
como estamos a comerciar con nuestras vidas,
a imaginar revoluciones diarias;
cuando solo hay silencio en tu sonrisa?

Es todo una vieja pesadilla, un sueño violento.

El animal sabe que está solo todavía,
cuando se reúne con el pueblo, y la justicia
le impide ser justo con la especie que lo anula.

Amor, nadie nos exigirá nunca que tornemos.
Pero acaso uno de estos días
todos quieran saber la profundidad,
la verdadera razón de esa sonrisa
que esconde una clara imagen de la muerte.

Si hemos de ser la bestia indemne,
que así sea: pero que nunca más nos llamen
a interpretar el color terroso de la lluvia,
ni a comprender esa tácita sonrisa
que tanto esquiva las razones y las dudas.
Por esa imposibilidad feroz de tu conciencia,
sé que jamás intentarías parecer
más fuerte que la sangre vertida en la Pregunta.

...Si un poema hiciera más humana la vergüenza
de ser solo el animal que hoy huye de sí mismo.

6 feb 2010

Juicio

Comparece la bestia ante el espejo.

Limpia sus fauces, llora,
se asombra de ser; de llorar sola
la bestia se asombra. Así piensa
que sentir es una debilidad
tan insoportable, que resulta hermosa.

Comparece la bestia ante el espejo.

Se resiste a morir: recuerda.
En su interior arde una espiral de ruidos,
de imágenes dudosas,
de rostros que envejecerán
por la fugaz inercia de la vida.

Comparece la bestia…

Sonríe, no se avergüenza de creerse
superior a todos los que sufren solos
las consecuencias del dolor que ignoran.

Comparece después de suponer
que su culpa es otra circunstancia de la sombra.

Llevar la contraria



Era un hombre incapaz de ponerse un sombrero al revés. La misma forma convexa del exterior del sombrero se lo impedía. Porque era al revés… al revés del todo. El lado que debe quedar por fuera, él quería verlo por dentro; quería sentir el tacto exterior del sombrero en su cabeza.

Un día, harto ya de no poder transgredir ese pequeño límite, tomó una decisión salomónica. Se hizo cortar la cabeza por un guillotinador profesional, al cual pagó unas monedas de más para que plantase un sombrero bien oscuro en su enorme cabeza desmembrada.

Ya muerto, qué carajo le importaba por donde le ponían el sombrero. Si en verdad este encajaba correctamente, tal vez ya nunca más pudieran arrancárselo de su sitio…

3 feb 2010

Auto-encargo

La amistad se vuelve siempre el páramo
que años de extrañeza o de
preguntas que no llegan a respuestas,
convierten en metáfora o en costumbre:
en altura de espejismos o en
sonrisa que maneja otra sonrisa.

Si no han de pertenecerme los jardines
que los demás fertilizan con secretos nimios,
quisiera al menos saber quien
soy cuando algún amigo me pregunta
por la soledad de todos mis desiertos.

¿Quién soy cuando me abstraigo
más allá de la ocasión de la alegría?

Lo aparente es triste cuando la tristeza
está en nosotros doblando sus enigmas.

¿Quién soy cuando he cedido
ante el influjo de años de extrañeza?

Los amigos que encontraron la respuesta
sé que nunca lo dirían: soy el mismo,
aunque a veces pierda lo que soy ante la luna.

Hospitalidad

Hay algo inhóspito en la calle…

…No,
inhóspito es lo contrario de hospitalario.
Y la calle nunca lo fue.

Cuando regresas a la casa elegida,
después de seis, ocho, diez horas
tratando de entender qué es la intemperie,
eso es hospitalidad.

Y, sin embargo,
cualquier hogar se vuelve celda
después de diez, doce, treinta horas
sin probar la sucia libertad
que cualquier ciudadano medio
acata ciegamente cada día.

2 feb 2010

Tarde

¿Por qué no me dijisteis que para mí era tarde?

Yo aguardaba ante los cimientos,
en la casa que se desmoronaba
con las lluvias primeras.

¿Por qué no me dijisteis
que no hay sol que no consuma lentamente el sueño
de ser joven y consciente, de ser solo
como el dolor que pasa ante las estrellas?

Mis raíces se enredaron contra el viento
que acataba la inocencia
de vuestras sensatas mentiras…

Es tan sutil el deseo de volverse
cuando, en la despedida,
una sonrisa incomprensible
se abre como el sordo misterio
que después, cuando al fin comprendas,
será casual vergüenza hasta el olvido.

Tanta plenitud amando una memoria
que tornaba trigo marchito
y óxido en la sombra.

¿Por qué no me dijisteis que yo no era
alguien a quien la duda no corrompería
si la ocasión de desnudarse
se volvía tan oscura como el luto materno?

Desnudo tras la mentira

Quieres saber qué es la verdad.

Quieres que la verdad sea eso
que te han contado los mejores,
los amantes serviles,
los niños engalanados
en la Hora perdida del abril perpetuo.

Buscas en los sótanos de la filosofía
la pasión solemne que toda soledad
esconde bajo el único cielo de tus ansias.

Así verás que hay tantas verdades deslumbrantes,
como muertos paseándose por la calle
en cualquier viaje cenital al más allá.

Mas no podrás saber de qué encrucijada
parten los nombres de la luz que amas.
Porque la verdad es un fuego impredecible
que enumera nuestros actos más triviales.

Y al quedarte a solas con los pájaros azules,
al abrir tus dos manos hacia el polvo
que irradian la vergüenza y el deseo
de ser fieles a una sombra inexpugnable,
verás que la verdad no esconde ni demuestra
más verdad que la que tú también soportas.

Ventanas

Han asesinado al espectro inocente
que inundaba de lluvia este silencio.

En las calles desiertas, la aurora se resarce
de cuantas noches ateridas desnudamos.
Y para no merecer lo que no es de nadie,
la luz ya esconde la verdad de lo que fuimos.

Habrá canciones bajo el sol. Y un vertedero
que esconda la discreta flor de la derrota.

Yo digo que es un crimen remediar
el modo en que la vida nos escoge,
cántaro mortal de imposiciones,
en la hora que ha de amanecer bajo la lluvia.

Han asesinado aquel vestigio indemne
de amor por siempre enemistado
con la fuerza primitiva de los héroes.

Y quisiera pasear por las calles desiertas…
Pero toda mi esperanza se reduce a un árbol
que crece hacia la infancia recurrente del mirlo.

No tengo elección. No hay secreto más fugaz
que el mismo que la muerte no podrá contarnos.

El crimen nos aguarda en la memoria
de los peces traslúcidos,
de los tristes animales desollados
en las noches que impacientan nuestras lunas.

Nunca tuve otra forma de entenderte,
vida precaria que alzas tu dolor más claro
cuando todas las ventanas se cierran en tu nombre.