Contexto alucinado

Al alma se accede por la oscuridad.

Y la oscuridad podría ser 

aquel lugar angustioso.

También un conocimiento cotidiano y personal.

Algo como aquel cansancio suspicaz, 

que, después de haber callado demasiado, 

socava silenciosamente el jardín nocturno. 

Perfección del recuerdo

Cuando muera, yo también diré

que la vida era hermosa.
 

Será eterno el cansancio, 

y vagaré sin mi reloj en círculos,

como si pudiera regresar, 

después del duro advenimiento, 

al errático lugar de donde vine.

Aquello que regresa

Este es el sueño.

Esta, la magia de los inocentes.

Este suelo que pisamos en silencio.

Nos rodean todavía lo imposible y el misterio.  

Concebimos todavía la certeza de un desierto

del que no querremos vislumbrar sus espejismos. 

Primer sedimento

¿Qué hay más real que la guerra?

Realidad es sangre.

Sangre que no puede ser sueño.

¿Habéis abierto ya
los correctos ojos al mundo?

Observad los restos de la guerra:
desde sus impúdicas cenizas

se levantan las ciudades y los pensamientos 
que construyen la realidad y su equlibrio.

La confianza del ciego

Entre tanta falsedad
es difícil ver
a quién importas realmente.

Sueña, pues, 

irreal visión de aire, 

con el aire. 

Sueña, sombra despreciable, 

con una inquisitiva salvación sin nadie.