Un espectro repentino,
oculto corazón en los infiernos,
relata para mí lo que le atormenta.
No adivino su futuro nombre,
aunque pertenezca al silencio su condena,
relata para mí lo que le atormenta.
No adivino su futuro nombre,
aunque pertenezca al silencio su condena,
y recuerde todavía
el enigma retorcido de su infancia.
Tras su explicación se paraliza
la miseria del espectro que es el mundo,
la miseria del espectro que es el mundo,
y el terrible pálpito de la ciudad nocturna
parece no querer confiar en nadie.