24 nov 2019

El regreso a casa



No soy católico.

En este país, la iglesia tiene
un extraño pacto con el demonio.

Aquí los muertos huelen a codicia.

Y los vivos, los secretamente vivos,
no sabemos existir por nosotros mismos.

Pero anoche,
al despedirme de un amigo muy ingenuo,
imaginé como sus pasos
se adentraban a solas en las sombras.

Se me hizo así
terriblemente necesaria
la dudosa existencia de los ángeles.

Imagen: acrílico sobre papel a2

15 nov 2019

El pasado y lo real



Os he dado mi alma
-sí, las bondadosas ruinas de mi alma-.

Os he dado ese frío
de pájaros tranquilos.

Pese a todo, sueño soy, solo sueño.
Y a eso respondéis que sueño es todo.

Pero créedme:
os digo que una vez existimos,
y fue para algo amargo,
más amargo que este sueño y esta herida
que nos abre lentamente los ojos.


Imagen: acrílico sobre papel a2

2 nov 2019

Desapercibidamente



Amo mi propia forma
de cerrar puertas en la noche.

Las cierro
con la misma suavidad
y la misma delicadeza
con que podría abrirlas
cuando todo ha pasado.


Imagen: "estoicos", acrílico sobre papel a2.

27 oct 2019

Negación del juego


Escribí versos casi a diario.
Trascendí, mis sentimientos
puse en primer plano.

Ahora escribo menos,
mucho menos. Me acerco
a la vulgaridad con entusiasmo.

No escribo, y está bien.
No escribo, y a veces tengo miedo.
Miedo de olvidar tanta locura.

No sé si es eso, no sé si un verso
puede devolver al aire su sentido más claro.

Pero tengo miedo, por eso
escribo hoy este poema,
para no desviar ni un centímetro
el solitario rumbo que he inventado.


Imagen: "locura colectiva", acrílico, papel a2

14 oct 2019

Centro y círculo



Y arrastrarte hacia mi herida.

Ya solo recuerdo
la tormenta contigo,
y lo más probable es que yo fuera
casi el hijo
al que no pueden contentar
las palabras y el afecto.

Pero hacia la herida, resplandor frío,
porque después de mucho demostrar,
eras tú la herida y el futuro.

Eras tú el punto de partida y de regreso.


Imagen: acrílico sobre papel

1 oct 2019

Continuidad



Qué será estar aquí.
De qué sueño despertamos
al pasar del mañana a aquí.
No estoy ni soy,
paso de una habitación a otra,
de un inmenso día a otro. De un sueño
a un espejo donde solo existo
para soñar que aquí existí, aquí,
en este lugar de juegos y extrañeza,
de común y mágica extrañeza,
donde el aquí no termina aquí.

Imagen: acrílico sobre papel a2

31 jul 2019

Límites


Para ser yo
tuve que cerrar las puertas
de todas las estancias vacías de la casa.
Retrasar también cualquier huída.
Y quedarme a solas con todos los fantasmas.

Ahora sé
demasiado bien quien soy.

No hay niebla ni sombras,
y a la luz le pido a gritos una tregua.

21 jul 2019

Danza para el retrógrado




Deberíamos danzar hasta tropezar
con la verdad más dolorosa.

Danzar a solas con la noche,
incendiando el hormigón a cada paso.

Tanta soledad que asfixia,
que hace pensar en Dios y sus monsergas.

Tanta soledad que llega siempre más lejos,
pues la danza salvaje del delirio la acorrala,
la lleva hasta donde nada existe,
hasta donde solo puede existir el alma
que solo alcanza a ignorarse a sí misma.

¡Que dancen! Que dancen alma y soledad,
así sea la música un estruendo de relojes
o un patético grito de agonía.

10 jul 2019

Revisión del juego



Fue difícil. Y de esa dificultad surgió
un orgullo extraño.

Hubo quien me prestó
un hombro, una oración, sus manos.

Pero fue en vano: no quise agradecer nada.

Mi carga se hacía como la terca piedra.
Como la terca piedra se hacía mi cansancio.

Quise deciros algo.
Daros también un hombro,
una oración, mis manos.

Pero fue inútil. Mi orgullo era una fuerza extraña,
aún más oscura que la debilidad del llanto.


Imagen: "los tres pies del gato", acrílico sobre papel a2

16 jun 2019

Ceguera




Desde aquí no puedo ver lo salvaje.
Aunque me haya arrojado contra el cielo.
Aunque haya visto el ruido negro.
Aquí hay pájaros, hay luna,
lobos y desierto.
Pero no puedo verlos: soy uno más,
otro habitante salvaje en lo salvaje,
otra grieta que divide la cosecha
y el más profundo invierno.


Imagen: acrílico sobre papel a2

11 jun 2019

Después de las grandes preguntas




Al igual soy ese,
el que habla educadamente
para escupir un poco más tarde
con violencia a las aceras.
El que se emborracha en silencio
para darse cuenta en secreto
de que no puede ser menos.

La contradicción, el absurdo,
la mundana intrascendencia:
al igual soy eso.

O el combate perdido contra el sueño.


Imagen: "los espectadores", acrílico sobre papel a2

27 may 2019

Concordar las palabras con la vida




Nunca he obrado con sabiduría.
Nunca. He acechado la vida desde el absurdo,
he mentido por compasión y por rabia.
He prendido el fuego sin ser fuego ni mundo.
Pero obrar con sabiduría, nunca.
Mi único conocimiento son las palabras,
y estas vienen de atrás, de un lejano
proseguir conmigo mismo entre los hechos.
Con las palabras, a través de ellas,
dí sentido a aquello que acaso habría
de suceder de nuevo.
Pero nunca vuelven los hechos
a ser hechos, y así digo,
y así escribo sobre lo que nunca fue,
para que siga siendo ruido y eco
de algo que no puede ser dicho ni escrito.


Imagen: acrílico sobre papel a2

12 may 2019

Vencedores



Cuando la desconfianza se convierta
en síntoma de bondad,
pasarás ante ellos
como si no hubieras visto nada.
Y sabrás que la palabra es nada.
Nada, la verdad. Desconfía entonces.
Ya todo está hecho
a la frívola medida de los cómplices,
perverso es el amigo y solitario queda
el corazón que ha resistido
el cobarde juego de la vida.

Sonríe, pues, en soledad
a los espejos que aún guardan tu locura.

Pues locura es la bondad en este tiempo,
hecho a medida
de los cuerdos que aún confían entre ellos.


Imagen: acrílico sobre papel a2

5 may 2019

Adulta, gris y desolada



Ternura de las cosas rotas,
adulta y desolada.
¿Quién no ha perdido la niñez del todo?
¿Quién no ha evocado esa mortal ternura
bajo la ausencia del infeliz estío?
Esa ternura de las cosas rotas,
adulta, gris y desolada,
a su lugar nos lleva,
nos lleva a donde fuimos niños
con la verdad a cuestas.

Y en su lugar nos muestra
a un adulto que nunca supo nada.

26 abr 2019

Resaca




Un Sol urbano,
gris como el cabello de los muertos,
me obliga a seguir contemplando.

He tenido ese Sol en mi silencio,
como pájaro que devora el cielo negro.

Y he seguido contemplando, y la ciudad ignora
cuántos pensamientos han caído de su mano.

Mirad también vosotros:
esta nada es el mundo,
hemos sido demasiado audaces
contra algo que no ha sido
calculado para herirnos.


Imagen: acrílico sobre papel a2

20 abr 2019

Y nada más pasa





Esta ciudad ha cultivado
a conciencia
un encanto insano y mediocre.
En sus bares y en sus plazas
solo se puede hablar sin decir nada.
Algunos hemos visto y sentido cosas
extrañas, perturbaciones que van más allá,
mucho más allá de todo esto.

Así es: la música, la poesía, el arte
pueden corroer con ansia
ciudades como esta.


Imagen: acrílico sobre papel a3

12 abr 2019

La fama y su contrario



Todos los artistas comerciales son discípulos de la vida. Eso es lo que en verdad vende: la vida. Son, desde Madonna hasta Michael Jackson, luz, pura luz. Cegadora luz. Porque ese es el problema. En su obra, y esto es aplicable a cualquier artista comercial de la disciplina que sea, hay muy poca conciencia de la miseria, del frío, de la pobreza, de la muerte. Dicho de otro modo, la vibración artística de los discípulos de la vida, carece de cualquier forma de sabiduría, pues hay más sabiduría en el alma de quien en verdad tiene conciencia de su propia muerte, que en todos los libros a favor de la vida que se han escrito en los últimos doscientos años. 


Sed adolescentes, eternos adolescentes. Eso dicen los discípulos de la vida. Y no es un mal mensaje. O no lo sería si a estás alturas no estuviera tan desalentadoramente unido al dinero, a cantidades ingentes de dinero que parecen repeler eso mismo: cualquier forma de sabiduría, de conciencia moral, de adulta preconcepción de la propia muerte.

Imagen: "árbol en llamas" acrílicos sobre papel a2

22 mar 2019

La fortaleza de los otros



Últimamente, la gente parece muy feliz.

Hay quien es feliz en su trabajo.

Están luego los que quieren
a las personas que siempre tienen cerca.

Son felices, no lo dudo, los solidarios.
Y los que crean lo increíble.

Son todos felices, bellos, felicísimos.

Todos menos yo, que golpeo cada noche
las puertas del castillo, para comprobar
horrorizado, que la felicidad es el sueño
de creer que la realidad es esto,
que estas son las formas y esta la manera
de transcurrir por los más vastos desiertos.


Imagen: sin título, acrílicos sobre papel a2

16 mar 2019

Cosas que enterramos en el fondo



En la vieja tumba de los viejos dioses,
una canción resuena,
una canción que no debería saber nadie.

Desde el fondo del aire,
el cantor sueña y sueña,
sueña cuanto no debemos decir a nadie.

En la vieja tumba de los viejos dioses,
donde enterramos juventud y fuerza,
alguien da forma de estrella a la luna,
un cuervo quebranta las leyes del hambre
y entre los negros renglones del alba,
un niño ofenderá a la muerte
con un tenaz juego de espinas.

En la vieja tumba de los viejos dioses,
nadie dirá la verdad sobre lo que sentía
al mirar de frente el espejo sin nadie.


Imagen: "el espejo", acrílico sobre papel a2

5 mar 2019

La ingenuidad, la confianza y la verdad


Lo leí por ahí.

El pensamiento paranoico surge
cuando empezamos a confiar de más
en la bondad de nuestros semejantes.

¿No será por tanto el acto
de dar a leer a alguien un poema,
creyendo que ese alguien no se reirá
o no lo estampará en nuestras caras,
un exceso de confianza
en la bondad imaginaria de quien sea?

Mostrad vuestros poemas, mas no olvidéis
la ofensa de mostrar con ellos
vuestros terribles sentimientos a quien fuera.


Imagen: acrílico sobre papel a2

26 feb 2019

El mar mayor



Grandes soñadores,
héroes rastreros, traidores.
Vuestro propio mundo no era suficiente,
debíais conquistar el macrocosmos.
Debíais destruir la pequeña estructura,
envenenar la confianza, corromper el lazo.
Grandes soñadores,
enemigos de la intimidad,
telépatas que de la intimidad
hicisteis un infierno extraordinario:
destruid el Mundo para salvarlo
de una vez por todas.


Imagen: "mi azul miseria ciega", acrílico sobre papel a2

30 ene 2019

Propósitos



No pude vivir en la piedad.
No había suficientes gritos en mi mundo.
Faltaban también llantos, faltaban inocentes
habitando la casa en que crecí llorando.
Y es mejor así. Os habría sermoneado
cada día, cada víspera del pasado
os habría dicho hasta dónde y hasta cuándo.
Habría abierto de par en par
las puertas de la casa que hoy habito,
y os habría obligado a venir aquí,
para que hablarais largas horas
de vuestro dolor, vuestro horrible dolor
de infancia entre la grey más torva.

Ni supe, ni pude vivir en la piedad,
estaré por eso
cada vez más equivocado.


Imagen: acrílico sobre papel a2

12 ene 2019

A tu regreso...





Déjalo todo. Serán lo último de lo último
las relaciones sentimentales sin sentimientos.
Un juego, eso es. Todo un juego.
Barato, cursi y algo estúpido. Pero un juego.
Un entretenimiento para niños sin alma,
porque nos encantan las cosas sin alma,
los productos desechables, las marcas.
Lo único importante es el ego,
la presencia dilatada. Tal vez crecer sea eso:
inflarse hasta no ser nada. Después, dormir.
Dormir a pierna suelta y para siempre.
Así, como si estuviéramos muertos.
Porque solo los muertos tienen alma,
sus sentimientos sí estuvieron ahí,
ellos sí supieron vivir.

Sentir es hablar para nada.