Y arrastrarte hacia mi herida.
Ya solo recuerdo
la tormenta contigo,
y lo más probable es que yo fuera
casi el hijo
al que no pueden contentar
las palabras y el afecto.
Pero hacia la herida, resplandor frío,
porque después de mucho demostrar,
eras tú la herida y el futuro.
Eras tú el punto de partida y de regreso.
Imagen: acrílico sobre papel