Origen

Para que desaparezcan las tinieblas, 

persigue entre tus visiones el misterio de la luz. 

Cuando hayan desaparecido de tu percepción, 

desaparecerá también lo que persigues.

Llegarás entonces 

hasta los matices insensibles del vacío, 

que es donde se debate tu espíritu. 

Reconocerás también entonces 

la noche tenebrosa 

y la regia claridad de lo invisible. 

Ejercicio

Fueron mis sentimientos otra furia constante.

Descender mil veces.

Caer más bajo.

¿A qué vinistéis, pájaros sagrados?
¿Quién os convirtió en blancas fuerzas acechantes?

Demenciales pájaros nocturnos. 

Demenciales como la realidad que despreciamos. 

Al principio

Aferrándonos a la inocencia
hallábamos la tentación 

de sumirnos en una oscuridad interminable. 

Algunos lo entendieron perfectamente, 
la existencia es suciedad y hiel,
y la magia tiene rasgos demoníacos.

Aún recuerdo:

se cerró la puerta de la noche 

como una maldición a nuestra sangre.

De engañoso blanco se tiñeron
cada una de las máscaras de nadie.

Relato del vacío

Abandoné mi alma entre unos sauces,
en la periferia de la noche deshumanizada.

Como injurias se gestaban las preguntas
que no deben realizarse.

Enterramos cada día bajo nuestras sombras 

la perfecta, cínica inocencia 

del espectro que no deja de pensar en alguien. 

Profundizad sin creer en nada,

aunque toda intimidad 

condicione la visión de vuestras almas 

como un fulgor inescrutable.