Mientras yo me convierto
en lo que tú quieres que sea,
se hace tarde bajo nuestro techo,
y nadie sabe qué miseria
se pronuncia bruscamente entre nosotros.
Esto tampoco era amor,
se le parecía como una voluntad inmensa,
pero en verdad se conformaba
como otra forma de negar el peso.
Esto tampoco era amor,
se le parecía como una voluntad inmensa,
pero en verdad se conformaba
como otra forma de negar el peso.
Dejaré de ser lo que querías
para convertirme
en el doloroso pensamiento de la expiación.
Consiste el desencanto en enmendar
el error de creernos diferentes a los muertos.