16 sept 2020

Sobre la poca importancia de las palabras








Tuve también una época
en que no podía dejar de mentir.

El absurdo había vencido hacía tiempo,
y mis borracheras no tenían sentido,
como tampoco lo tenían
la amistad ni mi vida social.

Entonces daba lo mismo,
y ahora también da lo mismo.

La sinceridad puede ser una virtud,
pero mentir solo será un defecto
si algún ingenuo cree lo que dices.

En algún momento anterior a eso,
ese ingenuo fui yo.

Pero dejé de juzgar.