27 ago 2020

Correspondencia






No pongáis aquí tanta alegría.

No es su sitio,
no pertenece esta visión
al cruel reino diurno. 

Dadle la felicidad del ruido
al que ha vivido por el aire,
trepando hacia la altura.

Dejadme nada más la noche,
la visible reflexión sobre nuestra naturaleza,
la extensión torcida.