25 abr 2020

Socialización





Como artista,
intenté, hace tiempo, generar,
a través de mi persona
y de mi obra,
un sentimiento de unión,
una espiritualidad personal
basada en la fraternidad y la armonía.

Acabé, cómo no,
dando un bochornoso
espectáculo
cada vez que intentaba
transmitir
mis planteamientos.

Pero, si fracasé,
no fue por falta de conocimientos,
ni por falta de fuerzas
o de empeño.

En este horrible lugar,
todo, desde familiares y amigos,
hasta las entrañas de los más desconocidos,
-también mis entrañas y mi sangre-,
todo se ha podrido por la ley de la discordia.