10 dic 2013

Demasiado corazón

Solo me pidió un pequeño paso. La farsa, sugirió: tómatela a broma. 

Después de mucho madurar y corregirme -tres años han pasado-, logré saltar el aro.

La genial ironía es que ahora poco importa: apenas siento nada. 

De eso mismo trataba la terapia.