Punto ciego
Hay
algo, una opción, que inválida todo mi resentimiento y mi necesidad de
lucha: la posibilidad misma de que el sufrimiento interior sea siempre
algo invisible. De ser así, no habría indolencia ni negligencia que
lamentar por parte de quienes me rodean.
Redactada, esta solución me resulta tremendamente ingenua. Pero a todo podemos acostumbrarnos.
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