2 jul 2012

Generación perdida



Estos ojos ven entre la niebla.

Calcan mis pasos el siguiente paso
que no alcanza a perdurar sobre la orilla.

Tengo edad para errar solo,
y tiempo en soledad que corrobora
la deuda más injusta con los otros.

He dormido de un tirón la vida.

Y por si esto fuera poco,
hay quien piensa que mis actos
serán vanos si me obstino
en superar sin rendición la lucha.

Asumo de este modo
la fría compasión de los más fuertes.

Mas, si nunca pretendí guiaros,
¿qué camino trillado me mostráis,
si nunca he sido quién,
en medio de este tiempo borrascoso,
para elegir la suerte del más débil?