Diatriba
Cada  vez que intento moralizar, encuentro la absolución lógica para mis  pecados en el abuso -tan consentido en tiempos no lejanos- recibido por  parte de quienes debían educarme. El problema es que el tan sofisticado  equilibrio vital, suele venirse abajo cuando intento comprender las  razones de los que pudieron actuar siempre impunemente contra mi  persona. 
En tanto ellos sigan siendo culpables, me consideraré una víctima inocente de todo lo que se me impute.