25 dic 2013

Más de lo que dice

De pausas o tensiones
sabemos demasiado:
la palabra contenida es casi el arma.

Exceso, órbita que rompe.

Sabemos,
soñamos,

decimos demasiado:
no hay plegaria más oscura,
ni inquietud equivocada
que moldee tan a ciegas nuestro rostro.

Así la entrega,
el rito que iniciamos a lo lejos.

Arma sin cabida, espejo casi yerto.
Nos retrae hacia la sombra
la palabra contenida por el miedo.