Sobre la esencia oscura
Los artistas y el drama. Los artistas y el infierno y el disparate inocente y la vocación suicida y la psique maltratada.
En algún momento, casi lo sabías, la gran celebración engendró héroes dementes.
No merece la pena desde entonces. No. Sentarse a imaginar el sentido
último del arte, trabajar con la inocencia, dar forma a lo sutil,
generar atmósferas o niebla.
Si
un designio más alto te hizo recorrer violentamente la intemperie para
edificar toda belleza, entonces, al menos hoy lo piensas, tu sola
salvación depende de la suerte.
Rehúsa, pues, a la grandeza. Vive en lo corriente: la casa, el libro, la luz en las paredes.
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