22 nov 2009

el siguiente paso

Arriba, más arriba.
Siempre hacia otro sol,
cúspide de lo pasado,
sin más premura incierta
que un deseo contenido
en el cálido cansancio.
Más allá de la mañana,
altura de temblor rosado,
insignificancia de dios,
hambre eterna de los astros.
Arriba, más arriba
está abriéndose tu canto.
(La muerte te ha engañado:
tu corazón no es la noche
que titubea en el hallazgo.)
Más arriba está el tiempo
que reservas a la vida,
que te acoge como un niño
sorprendido en lo invisible.

La alegría es solo un paso.