8 abr 2008

Sueña, corazón.
Sueña el tiempo de la sombra ajena.
Sueña el sueño del poema en negro,
infinita mirada, infinito sueño de ojos ciegos.
Sueña, corazón. Sueña y ama.
Ama el hondo sueño que te habita.
La música que arde en la palabra.
Ama el cuerpo que en tu memoria dicta
el orden que en la noche te hace carne y nada.
Ama, corazón. Sueña.
Sueña en soledad tus sueños.
Soledad viva en la palabra,
soledad que busca claridad y silencio,
en la que se confunden días,
nombres y esperanzas.

Sueña, corazón, sueña.
Que tu palabra, escrita,
es como el beso que al recuerdo llama:
hermosa como el beso que llegará un día.
Que tu palabra, corazón, tu palabra
es la verdad que sólo entienden los que aman.