11 abr 2008

Porque vagas en secreto,
a solas tras la lluvia,
e iluminas este abril
de memoria cristalina
y las sombras, a tu paso,
son un eco de la sombra
que huyese febrilmente
de nuestro tácito reflejo.

Y sin embargo, sueñas.
Porque el cielo de los otros
es el cielo que contemplas.

Porque amanece es tarde
para todas las estrellas,
pero no para ti,
que vagas en secreto,
a solas tras la lluvia,
y, sin embargo,
sueñas con el fuego
que arderá un día
en nuestro delicado corazón
de palabras vivas.