Esto era la cordura:
un silencio inmóvil.
Quietos, los objetos han creado
su propia jerarquía indescifrable.
Nada tiembla.
Nada tiende a la fricción ni a la rabia.
un silencio inmóvil.
Quietos, los objetos han creado
su propia jerarquía indescifrable.
Nada tiembla.
Nada tiende a la fricción ni a la rabia.
Solo esto, un silencio inmóvil:
el silencio construido
tras la oscura redención de la palabra.