
La vida nada tiene de sagrado.
Cada civilización alberga
millones y millones de muertos.
Pasaron sus vidas como pasa el viento,
con la poca importancia de las cosas eternas.
Existimos, y algo duele
desde el frío de soñar que es sueño
el sueño que habitamos.
¿Existimos? Hemos sido.
El vacío del pasado indica
que nuestra burda historia de grises y deseos
a nadie le importó en exceso.
Solo a nosotros mismos.
que nuestra burda historia de grises y deseos
a nadie le importó en exceso.
Solo a nosotros mismos.