A
la música, a los astros, a los grandes poemas y las grandes
edificaciones; a la pintura impulsiva, al cuerpo de la amante y al amigo
taciturno; a todo lo que me persigue de algún modo, porque de algún modo quiero que
me persiga; pido sólo que a ratos me acompañe.
Que me visite un instante generosamente mientras pienso, sueño o niego que el mundo y sus cimientos también pueden derrumbarse.
Que me visite un instante generosamente mientras pienso, sueño o niego que el mundo y sus cimientos también pueden derrumbarse.