Hábitos
Libros que aquietáis la mente, 
 decidme qué urgencia
 inventa la ventosa cima, 
 realidad siempre más compleja
 que el capricho de una antigua suerte.
 
 Yo mismo soy destino. 
 Vuestra voz, conocimiento 
 que anega la conciencia
 en su propio restallar onírico.
 
 Os pertenece el hombre 
 que hay en mí, que existe 
 más allá de mí, más allá
 del nombre o de la condición corriente.