Reniega de la muerte cayendo hacia el azul.
Ve mareas que rompen.
Una canción le lleva a mirar de frente,
recuerda todavía:
ningún reflejo le dará lo que parece.
Restos del naufragio
se enredan en sus ojos cuando observa
el hueco que forma la existencia
entre sus restos.
No quiere desistir:
se burla con desconfianza del silencio.
Pero el deseo de recomenzar basta
para sentir que todo ha sido dado,
que ni siquiera él era inocente.