8 ene 2010

Justicia

Dicen que todo irá bien para nosotros
mientras festejemos la farsa,
que las calles están repletas de lid
contenida en los ojos oscuros
que hoy no entienden de vergüenzas.
Y ya es sabido en esta tierra
que la violencia debería estar presente
si nos cruzáramos de nuevo con la muerte…
Justicia pide el pueblo desde siempre.
Y a veces la consigue sin misericordia,
amparándose en la imposible
ley que a todos los canallas reconforta.
Salud, pueblo inocente:
yo te supongo gobernado por furiosos
animales que devoran tu conciencia.
La historia, ese periplo indigno, te conserva
en el más dudoso de todos los rumores:
el que te dice incapaz de refugiarte
en tu propia inacción, furor perpetuo
que quizá termine por creerte uno,
e igual de altivo que tus falsos gobernantes.