por todas las mujeres de este mundo
que hayan descendido al infierno.
Entiende que son ellas más valiosas
que la más sublime y desgarrada
inspiración para tu arte.
Aunque las ménades hayan hecho justicia contigo
hace más de veinte siglos,
olvida la expresividad del corazón roto,
y ten piedad por ellas
que la más sublime y desgarrada
inspiración para tu arte.
Aunque las ménades hayan hecho justicia contigo
hace más de veinte siglos,
olvida la expresividad del corazón roto,
y ten piedad por ellas
para que tu historia nunca vuelva a repetirse.