si os dolió en algo verme así, tan humillado,
tan maltratado por el alcohol,
por las drogas y por las destructivas fuerzas
que tanto se ensañaron conmigo.
Llegué a pensar en aquella época
que sobre mí cabeza se arremolinaban
temerosos ángeles.
Qué es mi dolor, qué es vuestro visceral dolor
ante esa pútrida estela de cansancio
que parece esconder una identidad anegada,
que parece esconder una identidad anegada,
corrompida por el ansia
de alcanzar el éxtasis.