25 dic 2021

El mundo







Observa la miseria,
la común miseria ciega del adulto. 

Observa atentamente, y pregunta
si no serás ya parte 
de la infinita negligencia de este mundo. 

De ser así, nada temas, no te cierres. 

No actúes 
como si no hubieras ayudado a elaborar 
el preciado escenario de tu degradación. 

Como si no hubieras preferido 
el aire ya viciado de la noche
como otra forma 
de innoble madurez, 
fuera del alcance de los débiles.

Nada temas, no te cierres. 

Porque cada don que así proviene 
del ancho mundo externo, 
siempre estará lleno 
de inconsciencia y de sombra. 

Y de miseria y de espléndida inmundicia.