Imagino un duro invierno,
 sin lámparas ni espejos.
Real, como las cosas simples,
 paseas tu cansancio por la casa, 
 enciendes mi mirada 
 absorta todavía
 en celajes y proyectos.
Real, 
 como el sencillo invierno,
 te imagino conversando
 con el fuego.