Aunque aprendamos juntos, no habrá fábula. Ya lo ves, tú también adoleces. De ahí que casi siempre intente complacerte. La única manera de volver a donde fuimos, consiste en destrozar por fin la amable máscara, el contexto vacío de toda seducción.
Quede solo el vínculo, la historia imprevisible, el oficio ingrávido del agua.
Quede solo el vínculo, la historia imprevisible, el oficio ingrávido del agua.
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