Finjo ser otro tanto o más normal 
que cualquier adolescente a la moda, 
con sus ídolos mediocres, 
su indiferencia y sus licores. 
Extraño ante lo humano,
también finjo 
ser dueño de la carne
que no logro discernir por dentro. 
Finjo incluso este brutal esfuerzo 
por estar aquí y ser cualquiera. 
Todo para que nadie sepa
que algo en mí enloquece, 
que amo sobre todas la visiones
la mirada de quien todavía teme 
por mí cuando me conoce.
por mí cuando me conoce.