26 oct 2024

Desconfianza y soledad







Les he dicho mi presunto nombre
a los místicos demonios de la soledad.

Les he hablado de mis dioses.

Les he descrito el inmenso limbo
en el que existen mis fantasmas, 
esos elegidos para el afecto despreciado. 

Los demonios de la soledad que he construido, 
escucharon mis tribulaciones. 

Imperturbables, respondieron:
las peores personas
temen y desprecian la venganza
de los que no hallaron consuelo en la justicia.

Así me respondieron, 
palabra y visión de lo execrable:
para no creer en nadie, 
tú — también demonio que no puede resarcirse —
inventaste la maldad de los que tanto conocías. 



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