
Cómo de oscuros son los pasillos de tu casa
cuando la madrugada llega
para devolverte a tu camino.
La noche pasa como animal sin fuerzas,
y nadie puede vernos enterrar el cuerpo
del fantasma que asesinas.
El problema no es la oscuridad,
La noche pasa como animal sin fuerzas,
y nadie puede vernos enterrar el cuerpo
del fantasma que asesinas.
El problema no es la oscuridad,
siempre hubo luz en nuestras almas.
El problema es abrir a tientas la ventana,
y observar cómo este desapercibido mundo
oculta de nosotros la visión de sus miserias.
El problema es abrir a tientas la ventana,
y observar cómo este desapercibido mundo
oculta de nosotros la visión de sus miserias.