ceras, papel
30 oct 2012
28 oct 2012
27 oct 2012
Promesas y actuaciones
Hay, siempre la ha habido,
una suerte de perversión en casi todos los que buscan codearse con jóvenes y no
tan jóvenes promesas. Poetisas, pintores o solistas de esos que, por talento,
porte o ambición, casi se diría que algún día llamarán la atención del obsceno
desfile de la fama.
Porque, vamos a ver, cuando
un individuo de a pie entra casualmente en contacto con algún desconocido
de talento genuino: ¿no sabemos ya cuál será la reacción más común, la
embestida predeterminada por la astucia del sistema? ¿No acabaron genios como
Hendrix, Jannis Joplin o Dalí, absolutamente degradados por un entorno incapaz
de reconocerlos como verdaderos seres humanos, como criaturas portadoras de un
tímido corazoncito; incapaces de recobrar ya el son perdido o de afrontar en
desigual combate sus reyertas personales?
No resulta complicado desde
esa perspectiva, hallar sentido a la vieja dicotomía wildiana, aquella que
diferenciaba con ahínco, dentro de una misma personalidad, al hombre y al
artista.
Y sí, el hombre podrá ser el
que es. Pero, tal vez por eso mismo, debería ser más importante que aquel que
acaso obtenga cualquier día el reconocimiento que merece. Ya que, a fin de
cuentas, este último andará siempre, si es que logra alcanzar la madurez,
preservando una integridad que rara vez se hará reconocible para la mayoría.
Porque lo cierto es que
tendemos a considerar al genio una mera figura glamurosa, un intérprete junto
al que quisiéramos protagonizar ocurrentes escenas en un salón del XIX; sin
tomar conciencia, eso sí, de que sostener una inquebrantable admiración por tal
o cual artista, científico, periodista, jugador o arquitecto, conlleva siempre
el construir un ideal que jamás tolerará el reconocimiento directo de la
particularidad afectiva más esencial de todas.
A saber: la misma que nos
induce a vernos reflejados en las debilidades del prójimo.
Pues, en
realidad, nadie quiere descubrir que sus héroes no son tales. Y por eso mismo, siempre habrá quien prefiera ignorar desde su lado los llantos, patinazos y adicciones de los más sobresalientes. Y
del otro, quien acabe por adaptar su manera de actuar al
papel impuesto por una sociedad cada vez más obsesionada por su aciaga mitomanía.
26 oct 2012
25 oct 2012
Dos meses
La mayor desgracia del artista: concebir la poética de la autodestrucción aun desde la infancia.
24 oct 2012
23 oct 2012
22 oct 2012
Sobre la personalidad
Para el individuo corriente -y el artista no podrá ser menos-, la expresión de la verdadera personalidad pasará siempre por la confrontación con el aparato crítico que lo rodee. Tanto el saber encajar perfectamente con lo que esperan de uno como el ir radicalmente en contra, supondrá siempre un ejercicio de autoanálisis, de honestidad creativa, de realismo, de evasión o de pura interiorización consciente.
21 oct 2012
Parábola Zen
Si un borracho dice una tontería en un bar, pero nadie se rie: ¿en verdad tiene gracia?
Hogar, dulce hogar
Muchas
veces, la base del proceso creativo parte de la búsqueda de la pureza. Hasta el
poema escrito desde el más oscuro resentimiento o el cuadro ejecutado desde la
percepción más perversa, resultarán conmovedores si el autor se ha sentido en
discordia con la moralidad más débil.
Para mí, la bebida es intemperie. De ahí que no sea capaz de refugiarme en ella.
De tanto radicalizarse, acabó por representar todo lo que odiaba.
Para mí, la bebida es intemperie. De ahí que no sea capaz de refugiarme en ella.
De tanto radicalizarse, acabó por representar todo lo que odiaba.
Error de base
Todos los artistas son monstruos que no pueden dejar de decir la verdad. A quien posea todavía cierta humanidad en sí, debería conmover este principio. El resto no quiero saber qué piensa al respecto. Su opinión me horrorizaría.
19 oct 2012
18 oct 2012
17 oct 2012
14 oct 2012
Otredad
El individuo solo se completa en los otros. Esto quiere decir que, en el mejor de los casos, la autosuficiencia, bien llevada, casi siempre se resuelve como actitud irónica. En peores circunstancias -y esto también sucede a diario- puede conducir irremisiblemente al suicidio.
***
Ya eres un mediocre tipo duro. ¿Y ahora?
***
Pero qué elegante es la cordura.
***
Cuando sea niño quiero ser mayor.
13 oct 2012
8 oct 2012
Rutina cuántica
En mi peor pesadilla, mi
voluntad contiene todo lo existente. La realidad, convertida así en
manifestación interior, solo puede sorprenderme en la medida en que yo mismo
concibo lo desconocido. De ese modo, porque yo pretendo o incluso temo que
transcurra así, el planeta entero es la ensoñación de una deidad solitaria y
diminuta.
A este cuadro contribuye
siempre la rutina, aquel tedio que condiciona la conducta hasta hacerla sutilmente
predecible. Dentro de ese marco limitado, las pequeñas “adivinaciones” que se
infieren de una determinada tendencia en la forma de actuar de tal o cual
persona, refuerzan o rechazan indistintamente la idea de que mi voluntad
siempre ha avanzado hacia algún lugar liberador. Paraíso en que los otros son
entidades reales, dotados también de voluntad propia.
A ratos soy consciente de
que todo lo que aquí describo, es producto de una mente alucinada. A ratos, no.
En cualquier caso, el salir de esa rutina, provoca el mismo impacto emocional
que generaría en un melómano extremadamente sensible, el hecho de pasar de un día
para otro del perfecto minimalismo a un estridentismo dodecafónico.
Demasiadas variables.
Demasiadas. Pero resulta que cuando me he enfrentado durante una larga
temporada al estímulo de lo imprevisible, me habré sentido descentrado, sí,
pero al mismo tiempo me he visto liberado de esa aterradora idea que enunciaba
al principio.
Nada como dejarse vapulear
por la infinitud para descubrir que, efectivamente, la realidad no es invención
nuestra.
7 oct 2012
Pienso luego insisto
De repente tengo la impresión de que estoy siendo feliz por despecho, de que las implicadas en cuestión lo dispusieron así completamente adrede y de que tomé en serio todos los desplantes porque tanto fracaso sentimental, además de causarme ese malestar constante, me ha convertido en un machango autocompasivo.
Juraría que esto solo quiere decir que, se mire por donde se mire, la pasión induce siempre al movimiento. Y a falta de pan...
Sobredosis de optimismo
El
problema de sistematizar la bondad radica en que el supuesto bondadoso
nunca sabe cuando el infeliz niega la alegría y cuando es incapaz de
experimentarla.
5 oct 2012
Nervios fuera
Pero también podríamos volver a la suposición incial, diciendo que sí, que, efectivamente, ciertos sentimientos de culpa podrían esfumarse con un discreto castigo.
Sobre un tiempo anestesiado
Ah, pero a nosotros, ¿qué
sentido nos queda? Dime. Queríamos, no, necesitábamos desenredar la sombra y el
destino apenas sugerido de las cosas. Buscábamos morir de amor o cargar contra
molinos gigantescos. Fugarnos a la luna, cantar violentamente, correr de un
modo u otro la mayor aventura, la que hiciera de este tiempo la baraja rota del comienzo.
Héroes, héroes... El valor se pierde bebiendo de
las fuentes. Y ahora, en derredor nuestro, el orden fatigoso de los días. ¿Dónde
el enemigo? ¿Cuándo la tragedia que recree la belleza del invierno?
Decidme: ¿quién dijo hasta
aquí solo, lo demás está hecho? Pues bajo otro firmamento, ninguno de nosotros
buscaría lo que crece solo hacia el subsuelo.
1 oct 2012
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