Curioso. El término "normal" es sinónimo para algunos de mediocridad, y  de salud mental (o algo así) para otros tantos. Resultará extraño, pero saber  discernir entre aquellos fascistas que consideran pernicioso todo lo que  se salga de la norma "varón blanco, edad media, heterosexual, casado y  con trabajo", de aquellas otras mentes preclaras que pueden llegar a  detectar sin mayor problema lo que en verdad se desvía de un modelo de  coherencia psíquica, llegar a separar bien ambos polos, decía, puede  marcar la diferencia entre una sociedad solidaria y una manada de  imbéciles completamente idiotizados por sus abyectos prejuicios.