14 jun 2011

Teorema vital

Bajo cierto punto de vista, amor y amistad podrían ser cosas totalmente opuestas.

En la amistad somos siempre dueños de nuestros actos. Es la mecánica de la conducta la que suscita el flujo de las emociones.

En el amor, este proceso suele suceder a la inversa. Son nuestras emociones las que determinan la dinámica de nuestra conducta. Siendo esto así, es obvio de por qué el amor nos vuelve totalmente impredecibles. Así, una vez hallado el sentimiento, lo difícil no es dejarse llevar. Lo realmente complicado es hallar las herramientes necesarias para aprender a contenernos, y no enloquecer en el intento.