10 ago 2024

Los árboles








No pueden ir al paraíso cuando mueren,
pues carecen en su sueño hermético
de lo que llamamos alma.

No necesitan de los ángeles atentos,
y ningún demonio puede
poner su corazón a prueba.

Algunos de nosotros sí tenemos alma,
y quisiéramos ser cuando atardece
un rumor de hojas desapercibidas
que no pudiera presagiar su propia muerte.



No hay comentarios:

Publicar un comentario