12 jun 2024

Decirlo todo





Los eternamente muertos
nos sabían hoy eternamente cínicos.

Así hablábamos algunos con las sombras, 
por hacer más claro el difícil aire. 

Pero mudas son las negras catedrales.
Mudos son los negros cementerios.

Ajenos, cada vez más ajenos, 
se distancian los más vivos 
de los desolados muertos. 

Cada vez más insolente, 
se retrae hacia el infierno la palabra,
feroz secreto
que no pronuncian ellos ni nosotros.