21 abr 2022

Sobre la oscuridad









Nuestras almas por fin están aquí. 
Nuestras almas al desnudo.

Podemos percibir ahora su presencia,
y hasta ver en nuestros rostros
las intensas huellas de la desesperación.

Son el verbo de la tempestad,
la secreta extensión
de la enfermedad de la tristeza.

Están aquí. 
Muchas cosas han salido mal. 
Podemos verlas descender 
después de haber mostrado su cansancio. 

Es entonces cuando emerge
aquella música insondable, 
que parece perdonar con cada acorde
el siniestro sueño de acabar con todo.

Es entonces
-cuando este mundo vuelve a merecer
una trampa por la que desconocernos-
cuando vuelve a aparecer, 
como esplendor insoportable, 
la belleza del sombrío reino del espíritu.