Reclamar atención, afecto, implicación; considerar a quienes nos rodean por la cantidad de atención, afecto e implicación que recibimos tras realizar ese reclamo. ¿No vemos esto a diario? ¿No consiste ese exceso en un constante ejercicio de egoísmo?
Reclamar, sí. ¿Mas no apreciamos, no atendemos por instinto y más intensamente a quienes prestan más atención, afecto e implicación hacia nuestra persona?
Reclamar, sí.
Desesperación y honestidad sentimental suelen ser casi la misma cosa.