Cursilería
¿Pero quíen inculcó la tragedia romántica,
esa opción cursi, febril e incorrecta;
entre los astutos actores
que llorábamos solo
cuando el muerto era joven y claro?
¿Qué ángel lluvioso y sin tierra?
¿Qué amante sin ego,
sin origen, sin fuerzas?
Que nadie sienta ya tanto.
Quede solo en las entrañas
el licor que endurezca las sombras
de esa ingenua carencia.