21 jun 2008

Si para todos nombrase la vida
como si la vida fuera en sí la inocencia,
como si fuera el sueño abstracto, perfecto,
o la música pura que nadie entendiese.
Si fuera mi vida el olvido, la tregua,
la forma que tengo de negar mis errores…

Si mi experiencia también fuera mentira,
no sé en qué ojos podría mirarme,
bajo qué luz contemplar mis secretos,
cómo hablar para todos, los vivos,
sin que mi amor pareciese una historia vacía.

Pero mi pasado ha de permanecer escrito
bajo la apariencia neutra de lo que digo.
La verdad ha de ser esto, la vida.
Porque, aunque se pueda negar esta historia,
es imposible olvidar lo que somos
sin olvidar también el futuro.