26 nov 2011

Penitencia (celos)


Retrocedo en soledad. De mi carne seré dueño, mas no del soplo que ilumina los sentidos. Nada aquí nos pertenece. Lo que creemos poseer, nos fue dado en agradecimiento a lo que somos. Y aunque desconozcamos la intención de quien ofrece la belleza, la única manera de corresponder el regalo de una compañía duradera, es agradeciendo todo lo que no estuvo en nuestras manos merecer.