11 feb 2010

Resumen de intenciones

Sea escéptico con todo lo que diga
cualquier poema sin sentido,
con todo lo que muestre y lo que oculte.

Ármese de lógicas ultraterrenas,
combata toda sugerencia
afilando la gélida navaja
del sentido común,
la que corta el vuelo irreversible de la ola.

Es un barco, el de la poesía,
que cruza lo excepcional mientras se hunde.

Pero llorar ante un buen verso es de mal gusto.

Mejor reír ante la muerte:
solo la elevada astucia de los genios
podría concebir efecto semejante.

Pero sea escéptico cuando el poema
se desnude ante usted,
cuando, por hablar solo,
en tanto se sonroje;
cuando desvíe la mirada,
acorazado.

Sea siempre tan sublime como escéptico:
no vaya a ser que toda ingenuidad
le conmueva francamente, tan solo a usted
—tal amante de sí mismo traicionado—,
empujándole al ridículo feliz
de tener fe en algo tan casual como la vida.