
Ignorar las maldiciones que rigen esta época.
Ignorar la sensibilidad,
las ciudades atestadas de necios,
las quejas narcisistas de los jóvenes.
Contemplar después el fin del mundo
desde la escéptica ceguera
del que ha visto demasiadas veces la hecatombe.
del que ha visto demasiadas veces la hecatombe.