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No te pronuncies nunca
sobre la compleja realidad de otro.
Cualquier cosa que afirmes
sobre los que nunca conocerás del todo
-y a nadie conocerás nunca de ese modo-,
podría ser entendida como cierta.
Esto lo saben perfectamente,
y de ello sacan provecho a diario,
los manipuladores -esos perros del acaso-,
sobre la compleja realidad de otro.
Cualquier cosa que afirmes
sobre los que nunca conocerás del todo
-y a nadie conocerás nunca de ese modo-,
podría ser entendida como cierta.
Esto lo saben perfectamente,
y de ello sacan provecho a diario,
los manipuladores -esos perros del acaso-,
y los malos maestros,
y hasta los pobres imbéciles.
Si quieres que tu verdad siga siendo tuya,
no trates de hacer tuya
la verdad personal de otro.
y hasta los pobres imbéciles.
Si quieres que tu verdad siga siendo tuya,
no trates de hacer tuya
la verdad personal de otro.