Espectáculo
Por favor,
juez de lo que admiras,
no pidas que hunda,
para la mirada solemne,
otra vez la cabeza en la escoria,
y que además sonría así,
abiertamente;
no pidas, por favor,
que sonría implacable,
que otra vez sufra y sonría
para tu deleite
como si yo también disfrutara.