20 sept 2006

Hoy la noche es un espejo tibio y claro
donde veo reflejado todo lo que sientes.
La tregua y sus entresijos de esperanza,
se suman aquí al recuerdo. La nostalgia,
azul como las paredes tristes de mis sueños,
te torna idéntica al más inmenso océano.

Hoy la noche es un espejo. Un espejo ciego
que alguien mira sin ser visto desde dentro;
cabe una imagen limpia, ennegrecida sólo
por los márgenes del tiempo y sus pretextos.
Lo que sientes, lo que fueras,
lo que al fin mostrases como noche verdadera
te busca en mí, palabra sólo:
palabra que pudiera llenarte de querencias.
Hoy la noche. Mañana… vida nueva,
otro límite abierto a lo que el hombre espera
y en sus manos toma con asombro.
Hoy la noche. El tiempo que la vida recupera,
destinado a arder igual que el fénix,
a florecer también, sin que el amor,
-ese temblor inhóspito
preferible a todos los poemas-
nos traiga al fin definitivas fuerzas
para que hoy nuestro tiempo sea éste.